El pasado sábado 31 de agosto de 2024, el Templo del Oratorio de San Felipe Neri se llenó de alegría y emoción al celebrarse el inicio del ciclo 2024 – 2025 de la Catequesis Pippo Buono. La jornada comenzó con una solemne misa de inauguración, presidida por el Reverendo Padre Sergio Mocada CO, y concelebrada por el Reverendo Padre Ramón Martínez CO, prepósito de la congregación y rector del Templo del Oratorio.

La celebración Eucarística dio inicio con un momento profundamente significativo: la bendición de las Biblias, que fueron entregadas a cada uno de los catequistas. Este acto simbólico reafirmó la centralidad de la Palabra de Dios en la misión catequética, destacando que las Sagradas Escrituras serán la guía y el fundamento para la formación de la fe de los niños y jóvenes durante este nuevo ciclo. En su homilía, el RP Sergio Mocada enfatizó la importancia de la Palabra de Dios en la catequesis, resaltando que la Biblia debe ser el corazón de toda formación catequética. Invitó a los catequistas, catequizandos, padres de familia y a la comunidad en su conjunto, a leer, meditar y vivir las Escrituras, mismas que iluminan los corazones con la verdad del Evangelio.

Tú permanece fiel a lo que aprendiste y aceptaste con fe: sabes de quien lo aprendiste. Recuerda que desde niño conoces la Sagrada Escritura, que puede darte sabiduría para salvarte por la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura es inspirada y útil para enseñar, argumentar, encaminar e instruir en la justicia. Con lo cual el hombre de Dios estará formado y capacitado para toda clase de obras buenas.

2 Timoteo 3, 14-17

Al concluir la misa, el RP Ramón Martínez, en su mensaje final, subrayó la importancia de la Sinodalidad en la Iglesia. Hizo hincapié en que caminar juntos como comunidad, en diálogo y colaboración, es esencial para la misión evangelizadora. Destacó que la sinodalidad no es solo un ideal, sino una práctica necesaria, donde cada miembro, desde su rol, contribuye al crecimiento espiritual de la comunidad, construyendo una Iglesia más cercana, fraterna y capaz de responder a los desafíos de nuestro tiempo.

Finalmente se procedió con la presentación de los catequistas ante la comunidad. En esta ocasión, de forma diferente a otros años, se anunció que cada grupo de catequesis estará bajo el amparo de una advocación específica de la Virgen María, a quien se encomendará el desarrollo de su ciclo formativo. Esta novedad busca fortalecer el sentido de unidad y devoción entre los catequistas y los niños, recordándoles la presencia maternal de la Virgen en su camino de fe. Los catequistas recibieron con entusiasmo esta nueva misión, comprometiéndose a guiar a los niños y jóvenes con dedicación y amor, bajo la protección de la Madre de Dios.

Una comunidad unida en una sola voz:

Paraíso, Paraíso… Yo prefiero el Paraíso
Santo Padre Felipe Nerí… llevanos del Oratroio al Cielo

Después de la celebración eucarística, los grupos de catequesis se trasladaron a los espacios asignados para cada uno, donde los catequistas se presentaron formalmente ante los padres de familia. En este primer encuentro, los catequistas aprovecharon para establecer los primeros comunicados, compartir el calendario de actividades y responder a las preguntas e inquietudes de los padres. Este momento de diálogo y organización fue crucial para establecer una relación de confianza y colaboración entre los catequistas y las familias, garantizando así un ciclo formativo en el que todos trabajen unidos por el crecimiento espiritual de los niños.

La jornada concluyó con un ambiente de alegría y esperanza. Los espacios del Templo y del Gianicolo se llenaron de vida y alegría renovada.

Con este significativo inicio, el ciclo 2024 – 2025 promete ser un periodo de profundo crecimiento espiritual y comunitario, donde la Palabra de Dios, la Sinodalidad, el Amor Maternal de Nuestra Madre Santísima y el Ejercicio del Oratorio Grande guiarán el camino de todos los involucrados en el apostolado de Catequesis Pippo Buono.